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Si creciste en la primera etapa de Terminator, seguramente tienes cierto respeto por las máquinas inteligentes. En aquel entonces, la perspectiva del futuro parecía terrible: se creía que la inteligencia artificial, eventualmente, destruiría a la humanidad. Ahora nos queda por ver si esas predicciones se cumplirán o no.
Pero siendo sensatos, es muy probable que el apocalipsis informático esté lejos de llegar; en realidad, la posesión tecnológica posiblemente será más sutil. Después de todo, si lo pensamos bien, la inteligencia artificial (IA) ya forma parte integral de nuestro día a día: cada vez que realizamos una búsqueda en internet, cuando utilizamos un asistente de voz o ejecutamos un software moderno, estamos usando IA.
¿Te imaginas un mundo donde no existieran Google o los teléfonos inteligentes? Obviamente no, porque somos extremadamente dependientes de la tecnología. A tal punto que debemos preguntarnos si realmente estamos a cargo de nuestra vida... Pero esa es una discusión filosófica que dejaremos para otro día; por ahora, nos centraremos en el efecto que la inteligencia artificial está teniendo en los métodos tradicionales de marketing.
¿Recuerdas los primeros días de la web?, ¿la época donde los motores de búsqueda eran menos sofisticados y más fáciles de engañar?, ¿el tiempo cuando podías llenar tu sitio web con keywords tanto como fuera posible para mejorar tu ranking? Atrás quedaron esos días, y todo es gracias a la IA.
La época de posicionar una palabra clave de cualquier manera posible –con SEO Black Hat y SEO White Hat– ha terminado. Ahora, Google comprende el contexto de lo que está leyendo y puede marcar una falta si detecta keywords que parecen fuera de contexto en relación con el resto del texto.
Todos sabemos que los motores de búsqueda se han vuelto mucho más ‘exigentes’. ¿Por qué? Porque sus algoritmos tienen cientos de puntos de control y verifican todo, desde la cantidad de visitantes que recibes y qué hace cada persona en tu sitio web, hasta la legibilidad de tu página en dispositivos móviles.
Con tantos puntos de control, lo único que puedes hacer para "engañar" al motor de búsqueda es crear contenido de calidad, contenido que mantenga el interés de las personas para que continúen navegando en tu sitio web.
De acuerdo con Statista, el 15.7% de los estadounidenses usaron bloqueadores de publicidad en 2014. Desde entonces, ese porcentaje ha incrementado cada año y continuará haciéndolo. La razón es simple: los consumidores no quieren ver anuncios tradicionales, y cuentan con la tecnología necesaria para bloquearlos.
Si eres mercadólogo (o tienes trato con una agencia de marketing digital), probablemente no piensas que tus emails califican como spam o correos no deseados. Desafortunadamente, los sistemas modernos de filtrado anti-spam se han perfeccionado gracias a la inteligencia artificial, pues ahora reconocen patrones que indican cuando un correo electrónico es spam. En lugar de verificar un solo aspecto de los correos electrónicos, ahora pueden verificar muchos.
Como puedes ver, la inteligencia artificial hace más difícil llegar a tu público objetivo:
¿Entonces, cuál es la solución? En realidad, es bastante simple: dejar de encontrar atajos y unirse al 86% de profesionales que creen que el marketing de contenidos es una estrategia importante.
En realidad, tiene sentido: cuando ofreces contenido que tu audiencia considera valioso, te ganarás su confianza. Y si lo haces bien, las ventas crecerán en consecuencia.
Si aún no confías en el poder del Content Marketing, mira esta infografía de estadísticas creada por Review42:
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